CALADOS

LOS CALADOS DE FUERTEVENTURA

Noticias históricas
El calado es una de las actividades artesanales más importantes de las islas canarias. Su origen se remonta a la población que arribó a las islas tras la conquista europea, aunque a lo largo del tiempo ha seguido una evolución propia, existiendo en la actualidad entre las islas gran variedad de modelos de labores de calado. Consiste básicamente en el deshilado de parte de una tela patrón, que luego se zurce o une en manillas, formando un diseño geométrico lineal con dibujos caprichosos y muy hermosos.

El calado es una de las labores artesanales con más arraigo en Fuerteventura, existiendo una variedad propia de la isla, denominada redondillo majorero, aunque las caladoras majoreras realizan además una gran diversidad de labores. Durante años los calados se exportaban a la Península Ibérica y el trabajo de las caladoras signi¬ficó una fuente de ingresos importantes para la economía familiar. Sin embargo la comercialización de estos productos decayó como consecuencia de la competencia ejercida por labores orientales, que imitan el calado canario y se comercializan a precios inferiores.

En la actualidad continúan trabajando algunas caladoras, realizando hermosas labores que no pueden competir en precio con las imitaciones, pero tampoco se pueden comparar con ellas en belleza y elegancia.

Materias primas
Telas de algodón; hilo, batista o seda.

Utensilios y Herramientas
Telar o bastidor de madera, burras para apoyarlo, agujas, tijeras y tambor. El telar más utilizado está formado por cuatro barras de madera; dos de ellas llevan unidas en un lado una franja alargada de tela a la que se cose la pieza que se va a calar. Estos lados se disponen de forma paralela y en sus extremos tienen una ranura para introducir perpendicularmente las otras dos barras de madera, con lo que se forma un cuadrado o rectángulo. Para el calado ¬no, en piezas pequeñas, se emplea un tambor circular.

Proceso de elaboración
La confección de un calado supone la realización de tareas muy diversas. Se comienza cortando un trozo de tela, cuyas medidas están en función de la pieza que se desea realizar: colcha, mantel, tapete, tapiz, centro, ropa, etc. Seguidamente se procede al marcado, que debe ser muy correcto, ya que de su hechura depende la perfección final de la labor.

El marcado consiste básicamente en extraer hebras de los lados de la tela que quedan sin marcar, es decir, aquella que no se va a trabajar. Seguidamente se acuartela la parte marcada de la tela, extrayendo tantas hebras corno sea preciso para la ejecución del punto que se desea realizar, conformando un dibujo en el que se alternan huecos y hebras.

Concluida esta labor la pieza se une al telar cosiéndola a la tela del mismo por los lados paralelos. Los otros dos lados se unen al telar mediante unos tirantes que van desde los extremos de la tela a los lados del telar. Después de esta tarea se procede a tensar la tela, se coloca el telar sobre unas burras y se comienza la labor del calado propiamente dicha. Con la aguja y el hilo se van anudando y entrecruzando las hebras formando diversas figuras delicadas, que se conocen con los nombres de “rehílo y flor”, “redondillo y flor”, “galletas”, “judías”, “medregal”, “fino”, “redondillo majorero”, etc.

Productos
Las piezas que se realizan son muy variadas: colchas, sábanas, manteles, bandejas, tapetes, centros, toallas, cojines, tapices, blusas, faldas, pañuelos, delantales, cortinas, etc.

CABILDO DE FUERTEVENTURA

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